lunes, 30 de noviembre de 2009

SINDICATOS DE CLASE VS SINDICALISMO DE CLASE


En 2005 y dentro de las movilizaciones de Naval Gijón se producía la quema del cajetín de una cámara para el control de tráfico que era usada para el control de los manifestantes. La policía basándose únicamente en la palabra de varios policías , los cuáles se contradicen en sus declaraciones , acaba señalando a dos culpables: Cándido González Carnero y Juan Manuel Martínez Morala. El Ayuntamiento de Gijón, sustentado por uno de esos “pactos de progreso” entre PSOE e IU, no duda en presentar una denuncia que acabaría en una pena de 3 años de prisión y en el encarcelamiento de Cándido y Morala ¿ Su pecado ? Pertenecer a la Corriente Sindical de Izquierdas ( CSI) un sindicato autogestionado y sin liberados.
La quema del famoso cajetín inspiró la rotura de la farola en los Lunes al sol. En la ficción la pena era una multa , en la historia real, la prisión para los curtidos sindicalistas.
Cuatro años después de aquellos hechos, la conflictividad social y laboral asola a la vieja piel de toro. Una conflictividad que en Cádiz se ha llevado por delante ya a miles de trabajadores.

¿Era esa la razón por la que Carbonero y Pastrana marchaban al frente de CCOO y UGT por la calles de Cádiz hace dos semanas? Curiosa imagen no de una gran victoria sindical, sino de la escenificación de la derrota que el binomio fáctico ya ha sufrido hace tiempo. La prueba de ello es que tras ellos, tras su pancarta, no marchaban miles de trabajadores sino un millar de delegados sindicales . Los trabajadores se quedaron en los tajos, los parados en sus casas.

Mientras tanto, Delphi es ya un fantasma , y Vicasa un cadáver ardiente. 20 trabajadores, un centro logístico y la posibilidad de usar los terrenos para el pelotazo urbanístico es lo que quedará de este último hasta que el capitalismo de rostro humano vuelva a traernos otro caballo de troya, que dará centenares de puestos de trabajo, -condición sine quanon para recibir ingentes cantidades de dinero público en subvenciones y bonificaciones- hasta el día que amortizada la inversión con múltiples beneficios y gracias a la Europa del libre mercado puedan deslocalizar la producción e ir a otros lares, quizás allá donde los salarios sean más baratos. Y la gran ironía es que se llevarán, a través de esas ayudas, el dinero de los impuestos de aquellos trabajadores a los que han dejado como cadáveres en la calle; Modificando la célebre frase de Bugs Bunny : ¡Esto es el capitalismo amigos!

Chaves era experto en agasajar a los caballos de Troya con ayudas y subvenciones. Lástima que no quedase algo más para los autónomos y PYMES, empresarios de segunda fila, con los que todos los gobiernos hacen caja. Inspección pura y dura contra éstos son las órdenes de ZP. ¿Puede haber mayor ironía que tener que devolver el IVA de facturas que áun no han cobrado?

Pero Carbonero y Pastrana no tienen mucho que decir del IVA, ese IVA que Zapatero – que aprendió economía en dos tardes- ha demostrado que es ante todo un IVA socialista: grava a todos por igual. CCOO y UGT, sindicatos de clase parecen no querer hablar ni de IVA ni de impuestos. Al fin y al cabo, este es un gobierno que no toca las SICAV o que no es capaz de subir los tramos del IRPF a las rentas más altas. La excusa de la Sra.Salgado, Ministra de economía es propia de una película de Berlanga: que los ricos no se vayan del país, claro ejemplo que roza el esperpento de una política fiscal más cercana a Julio Iglesias que a Pablo Iglesias.

A diferencia de Cándido y Morala, cuesta creer que Cándido Méndez y Toxo, pudieran acabar en la cárcel.

Otros sí pagarán ese precio, sea en cárcel , en golpes o multas. Son esos sindicatos oscuros, los que rara vez salen en los medios, los que claman por la utopía. Peligrosos elementos que deben ser negados y controlados y que el 4 de Octubre en Sevilla, en unión de otros colectivos sociales y políticos congregaban detrás de una pancarta a más de 8.000 personas en una fila de más de un km: SAT, CGT, CNT, SAT, Sindicato Unitario, SOAC... Si Toxo o Méndez oyeran la voz de sus bases quizá también hubieran estado allá.

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